Decir que el momento no era el ideal sería quedarse corto, pero sabía que tenía que seguir adelante. En el fondo, creía que la vida tenía mucho más que ofrecer que la rutina diaria, la constante rutina que habíamos llegado a aceptar como normal.

Después de casi tres décadas en informática, viajando a Londres y adonde el trabajo lo requiriera, empecé a sentir el peso de todo. Había perdido a algunos amigos cercanos por muertes prematuras y el tiempo con mi familia se había vuelto escaso; todos estaban demasiado ocupados y la vida transcurría demasiado rápido. Fue una llamada de atención.

Anhelaba algo más: una mejor calidad de vida, conexiones más profundas y un espacio para reflexionar y renovar mi fe. Ese deseo se convirtió en mi brújula.

Los artesanos marroquíes siempre me han inspirado con su artesanía y belleza atemporal. Al mismo tiempo, mi experiencia en tecnología me ha inculcado un profundo aprecio por la comodidad y la conveniencia modernas. Con Dar-e-Shah, he buscado fusionar estos mundos, honrando la privacidad y la elegancia de un riad tradicional, a la vez que integra la funcionalidad y la comodidad de un hogar contemporáneo.

He añadido algunas imágenes para que puedas experimentar parte del viaje, si alguna vez quieres perseguir el mismo sueño no dudes en contactarme, tal vez pueda salvarte de algunas de las trampas en las que caí.